Los niños son más vulnerables a los efectos de la deshidratación que los adultos, de ahí la necesidad de fomentar el consumo de agua y zumos en ellos.
Aunque durante los primeros seis meses de vida del bebé la lactancia le aporta todos los líquidos necesarios, a partir de esta edad aumenta la necesidad de ingesta de líquidos en los niños.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) orienta sobre la cantidad de líquidos que se necesita tomar en edad infantil, que incluyen el agua bebida y otros líquidos como los zumos. Se calcula que las bebidas aportan alrededor del 80 por ciento de la ingesta diaria de líquidos, mientras el resto proviene de los alimentos. Estos porcentajes se han calculado con una temperatura ambiental y actividad física moderadas.
Entre los seis meses y el año de vida, de acuerdo a los cálculos realizados por la EFSA, se deben beber de 800 a 1.000 ml. de líquidos por día, entre 1 y 2 años de edad; de 1.100 a 1.200 ml/día, de los 2 a los 3 años de edad; 1.300 ml/día, y de los 4 a los 8 años de edad, 1.600 ml/día. A los 14 años las mujeres han de beber 2 litros diarios y lo varones 2 litros y medio.